Alargar la vida de tus muebles de oficina depende en gran parte del mantenimiento que les des. Conoce cómo debes cuidar cada uno de los materiales de tu mobiliario.
Comprar muebles de oficina es una inversión para tu negocio, y si se hace de forma adecuada, puede resultar muy rentable y eficiente. Sin embargo, para lograr esto, también es muy importante darle el mantenimiento adecuado, de forma que su rendimiento y tiempo de vida útil no se vea mermado.
A continuación enlistamos una serie de consejos clave, y actualizados a esta era post covid, para generar un mantenimiento eficiente que contribuya a maximizar el potencial y cualidades de tu mobiliario.
De entrada, hay que considerar que es muy cierta la premisa de que “lo barato sale caro”; por lo que no hay que escatimar en muebles de oficina de calidad probada como los de Gebesa, que además de representar una opción más eficiente por su funcionalidad y durabilidad, están elaborados con materiales y acabados de fácil mantenimiento.
Si te limitas a adquirir muebles de mala calidad, lo más seguro es que veas un deterioro visible antes de llegar al año, mientras que el mobiliario de calidad no solo cuenta con garantías más amplias, sino que tiene instrucciones claras para su mantenimiento.
Aunque se recomienda consultar las especificaciones de cada producto, cuando se trata de materiales sintéticos en general se recomienda usar un paño humedecido con agua y detergente suave; y posteriormente secar la superficie con un paño seco.
No es aconsejable aplicar líquidos limpiadores directamente sobre la superficie de los muebles, mucho menos si son corrosivos. En cambio, usar un paño húmedo, además de remover el polvo y suciedad, permitirá obtener un resultado más reluciente.
Usar un detergente neutro, o bien, un limpiador especialmente diseñado para madera, es la mejor forma de cuidar el aspecto e integridad de este material.
De igual forma se debe utilizar un paño o trapo y evitar el uso de esponjas, ya que estas podrían dañar el material o el recubrimiento y contribuir a su deterioro.
En caso de presentarse manchas de tinta o de algún otro elemento que no se limpie con facilidad, se puede recurrir al alcohol u otros productos más agresivos de vez en cuando, pero siempre procurando que no cuenten con agentes abrasivos o corrosivos.
Las sillas y sillones, suelen requerir un tipo de limpieza diferente. Si se trata de acabados textiles o en piel, usar la aspiradora será de utilidad para remover el exceso de polvo. Y cada cierto tiempo, es recomendable usar algún limpiador especialmente destinado para el tipo de material.
Para materiales como la piel, de igual forma se recomienda considerar un líquido hidratante de forma periódica. Además, no hay que olvidar engrasar los componentes flexibles para mantener la silla en buen estado.
El proceso para el mobiliario metálico, es similar al que se realiza en elementos sintéticos, aunque aquí se puede enjuagar después de aplicar una limpieza con el paño húmedo, siempre y cuando no se trate de partes con pintura y se seque correctamente después.
En esta clase de muebles no se recomienda realizar ningún tipo de perforación, ya que se puede empezar a producir oxidación con facilidad.
Revisa las especificaciones de sus muebles de oficina, pues algunos materiales resultan altamente sensibles a la luz solar; y exponerlos de forma continua, acelerará su deterioro.
En este sentido, usar persianas o distribuirlos lejos del contacto directo con la luz solar, será también una buena medida para extender su vida útil.
Muchas de las principales causas del deterioro de los muebles, es que no se respetan las normas para su uso.
No solo en cuanto a los protocolos de limpieza, sino que también en su uso cotidiano; derramar agua o comida en áreas que no están destinadas a este tipo de actividades es una forma de generar un deterioro acelerado en el mobiliario.
En estos tiempos, la normatividad de limpieza también se ha vuelto más rigurosa, y por tanto se requiere no solo un aseo más frecuente, sino que de igual forma se pueden emplear diferentes métodos de desinfección.
De acuerdo a la normativa estipulada por la OMS, opciones como el cloro o el alcohol, se pueden utilizar para la desinfección de superficies; solo es importante considerar que sea en la proporción correcta, ya que un exceso de concentración podría deteriorar el mobiliario.
Recomendamos el uso de alcohol sobre el cloro, pues para algunos tipos de muebles de oficina, el cloro podría resultar demasiado agresivo, mientras que el alcohol es una sustancia apta para la mayor parte de materiales.
Conocer tu mobiliario y aplicar las medidas pertinentes para su cuidado; te permitirá maximizar su rendimiento, y con ello, tu inversión.