Una buena o mala iluminación en la oficina incide en la productividad y bienestar de los colaboradores. También, es fundamental en el diseño y decoración.
En otras épocas, la iluminación de oficinas consistía básicamente en distribuir tubos fluorescentes por los espacios de trabajo. Hoy en día, esto ha cambiado y la iluminación ha tomado relevancia.
Así como la elección del mobiliario de una oficina es importante, igual debe ser definir cómo se iluminarán los espacios de trabajo.
Pero, ¿qué criterios hay que considerar en la iluminación de oficinas? y ¿qué tipos de fuentes de luz podemos utilizar para crear ambientes confortables y bien iluminados?
La iluminación de oficinas modernas debe cumplir 3 propósitos fundamentales:
Cuando planeamos renovar una oficina, además de analizar el espacio y hacer la selección y distribución del mobiliario, debemos contemplar la instalación de sistemas de iluminación eficientes y sostenibles.
Pero, elegir una correcta iluminación buscando el mayor ahorro energético parecen objetivos opuestos, ¿cómo lograrlo?
Lo ideal, sería utilizar luz natural, pero, esta tiende a cambiar de intensidad constantemente y puede causar fatiga visual. En contraparte, la luz artificial puede ser regulada en cantidad y calidad.
Decidir entre una y otra depende del lugar donde se hará la instalación, las necesidades de quienes ocupen ese espacio, las dimensiones del lugar, etc.
Existen 3 tipos de iluminación en oficinas modernas:
1. Iluminación general
Proporciona una luz uniforme y directa a todo el espacio o zona de trabajo. Normalmente, se utilizan downlights empotrables, lámparas o tubos led perimetrales que proporcionan una buena iluminación y de bajo consumo.
Se trata de la luz que se centra en un espacio individual o puesto de tamaño reducido.
Proporciona una iluminación más directa e intensa en dos formas: desde el propio plano de la mesa de trabajo, mediante lámparas tipo flexo; o bien, con un ángulo de luz cerrado y concentrado sobre la superficie de la mesa, a través de luminarias suspendidas o empotradas en el techo.
Como su nombre lo dice, este tipo de iluminación se enfoca en el factor estético a tus espacios de trabajo de decoración, cuyos fines son, más bien, comerciales o de imagen corporativa. Si bien no son fundamentales para llevar a cabo las tareas laborales, se utilizan para favorecer el estado anímico de los usuarios.
Lámparas de pie y de suspensión, lineales, entre otras, son ideales para ambientar zonas de recepción, salas de espera o de descanso, pues, proporcionan una luz cálida y agradable.
Los sistemas de iluminación actuales ofrecen múltiples opciones para dar el toque final, pero no menos importante a las oficinas modernas.
Convierte tu espacio de trabajo en un lugar cálido, confortable y sofisticado con ayuda de nuestra guía.